LOS CHICOS DEL EJÉRCITO DE SALVACIÓN
Hoy he llamado al Ejército de Salvación. He pagado $40 por un sofá cama que me costó $100, que compré por compromiso a la jefa y en el que nunca me senté. Solo lo usaron los colegas 3 semanas para dormir en él.
Gran tragedia.
También se han llevado la mesa del cuarto de estar, la del comedor, una lámpara, la estantería y una silla baja de lona, todo del Ikea (menos el sofá cama).
Luego me han dado un recibo en el que he declarado un valor de $400 que, en principio, me desgravaré de los impuestos del año que viene.
También se han llevado la tele, que a penas he visto solo cuando las elecciones del 2004. Como pasa el tiempo,... es que casi que asusta...
Me llevaron de vueta a la ofi. Tuvo gracia salir de una furgo con la cruz por todas partes conducida por dos negritos.
Por cierto, abstemios los dos. Al parecer, si beben, se vuelven locos... y digo yo... ¿No tendrán término medio...? Pues va a ser que no...
Hoy he llamado al Ejército de Salvación. He pagado $40 por un sofá cama que me costó $100, que compré por compromiso a la jefa y en el que nunca me senté. Solo lo usaron los colegas 3 semanas para dormir en él.
Gran tragedia.
También se han llevado la mesa del cuarto de estar, la del comedor, una lámpara, la estantería y una silla baja de lona, todo del Ikea (menos el sofá cama).
Luego me han dado un recibo en el que he declarado un valor de $400 que, en principio, me desgravaré de los impuestos del año que viene.
También se han llevado la tele, que a penas he visto solo cuando las elecciones del 2004. Como pasa el tiempo,... es que casi que asusta...
Me llevaron de vueta a la ofi. Tuvo gracia salir de una furgo con la cruz por todas partes conducida por dos negritos.
Por cierto, abstemios los dos. Al parecer, si beben, se vuelven locos... y digo yo... ¿No tendrán término medio...? Pues va a ser que no...
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