¿BUENO? ¿IMBÉCIL? ¿VACILÓN? ¿AGENTE DE TURISMO? ¿BIEN QUEDA?

Estoy de una mala ostia que no me tengo. Pero no sé si conmigo mismo, con los americanos, con la vida o con que otras mierdas…
D me dijo hace unos días que su permiso de trabajo ya lo habían recibido en la oficina de Madrid. La habían pedido que diese una dirección de correo a la que enviárselo para poder tramitar el visado, que, además, tardará 2 semanas. No había tenido noticias ni del tío de mensajería, la de RRHH de puente… y su permiso que no sabe donde está. Bueno, pues estaba aburrido y me da por mandar un mail, en español, al de mensajería. Lo tenía en su bandeja de salida esperando inspiración divina o mejor ocasión para mandarlo a Baltimore. En realidad, lo que ha debido de pasar, es que D escribió su mail en inglés y quien fuera, decidió no hacerla caso. Llamo yo y en cosas de 2 horas tenía copia escaneada del permiso y lo han enviado por TNT. Me está escuchando hablar la niña, y al colgar, toda cabreada, me dice “¿Pero cuando tenía pensado decirme que no lo había mandado? ¿Quiere que vaya yo a por él o que? ¿Habla inglés o que?”Mira guapa… he hablado con él en español, que es el idioma de los dos… no le voy a preguntar si habla inglés o no,… me la trae un poco floja… pero vamos… que te conciencies de una vez… que nadie te va a hablar en inglés… que no hago más que repetírtelo y no te entra en la cabeza… “pero es que no quería ir dos veces a DC…” pues no vayas… it’s your choice… tú misma…
Sigo aburrido, y la hago el favor de llamar al consulado de España en Washington, para ver si la hacen el favor de ir procesando el visado presentando copia del permiso y que cuando esté, ya vamos a dar el original. Me dicen que estupendo.
Bueno, pues al rato llama ella, la coge el teléfono el mexicano borde de recepción y la dice, algo muy lógico, americano, a la orden del día en este puto país la sencilla frase de “Follow the rules”. Pues me viene llorando la niña, que que cabrón el de la embajada… que por favor la ayude, que hable con ellos, que les convenza…
Y me vienen a la cabeza todos los malos ratos en la oficina, sobre todo en la oficina, cuando nadie me hablaba, nadie me decía que se iban a comer, era un puto mueble al que nadie hacía caso para nada… cuando llamaba al del seguro del coche, al Banco, al de tráfico, al del taller,… delante de todos ellos y se hacía ese silencio insoportable para escucharme todos bien hacer ese ridículo insoportable en el teléfono,… y como nunca, nadie, ni por error, agarró el teléfono y me hizo el favor de pegar cuatro voces en mi nombre y decir esas palabras mágicas, sencillas, clave, que todos sabemos cuales son en nuestros respectivos países pero que cuando se vive en el extranjero son una barrera infranquable y hacen la diferencia entre un día horrible y un mero trámite burocrático. Además, esta niña,… ¿Cuántas veces me ha pedido el teléfono para sacarme de copas y nunca, ni una sola vez, ni por error me ha dado un toque?... ¿Y cuando G me dejó tirado en medio de la calle cuando le pedí que me llevara al concesionario a comprar el coche pq tenía que ir a jugar al golf?
Pues me he resistido durante dos horas, pero al final he quedado con ella por la mañana temprano para llevarla yo mismo al consulado, después de haber hablado con el canciller y pedido cita para que nos reciban…